No consigo dormir. Tengo una mujer atravesada entre los párpados.
Si pudiera, le diría que se vaya; pero tengo una mujer atravesada en la garganta.
Arránqueme, Señora, las ropas y las dudas.
Desnúdeme, desdúdeme.
Yo me duermo a la orilla de una mujer: yo me duermo a la orilla de un abismo.
Me desprendo del abrazo, salgo a la calle.
En el cielo, ya clareando, se dibuja, finita, la luna.
La luna tiene dos noches de edad.
Yo, una.
2 comentarios:
La noche, la luna y la mujer; juntas, arropan mis fríos, refugian mis sueños y guían mi alma... ;)
Te adoro, mi pequeña escritoraa!!
preciosoooo el textoo!!
te quieroo!