Esta noche he tenido un sueño muy raro. Estaba durmiendo en mi cama, y de repente oía ruido, el sonido de un teléfono, música en el salón. Me levantaba y atravesaba el pasillo, extrañamente tranquila, y te encontraba ahí, sentado en el sofá, muy quieto, mirando atentamente el tránsito de los peces en un acuario iluminado, enorme y precioso. Y me quedaba ahí de pie, como paralizada, esperando a que te dieses cuenta de que te estaba mirando. Y de pronto te levantabas y te acercabas a mi, para decirme "he aprendido de mis errores".
Después me dabas un beso en la mejilla y salías tranquilamente por la puerta. Yo salía corriendo detrás de ti, esperando encontrarte. Corría por la calle intentando alcanzarte, pero fuera estaba nevando y yo iba descalza y finalmente las piernas dejaban de responderme, y con mucho esfuerzo por no echarme a llorar te veía marcharte.
Creo que este sueño ha sido una alegoría muy bonita de la realidad. Mis piernas se han cansado de correr.
2 comentarios:
Y luego dices que escribes mal...
Me encanta, es precioso el relato.
salu2 desde isla de luz