La mayoría de los que me conocen dicen que soy demasiado sumisa y tengo que aprender a levantar la voz, tengo que empezar a cambiar. Qué tontería. La gente no cambia. Nunca. Puede que seas alcohólico y hayas decidido rehabilitarte, pero cada vez que veas una copa algo se te revolverá por dentro. El trabajo que he tenido me ha dado la oportunidad de conocer a drogadictos a los que, una vez que estaban desenganchados, les han ofrecido un tiro y se les han caído todos los esquemas y se han olvidado de todas las promesas. Igual que una persona mentalmente cerrada no puede aceptar cosas que antes no veía bien de la noche a la mañana. Somos de una manera. Los genes tienen la culpa, la educación, lo que hemos vivido. Y la forma de ser es muy difícil, por no decir imposible, de cambiar. Se encaja en la cabeza. Puedes tolerar cierto cambio en tu forma de actuar... pero un giro de 180º es imposible de conseguir. Lograr reformar tu manera de ser requiere una voluntad de hierro que muy pocas personas poseen. Por eso, no confío en que un día me pueda volver la mujer valiente y luchadora a la que aspiro. De la misma manera, ya no creo en la posibilidad de cambiar de los demás. Ni de los que más quiero.
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4 comentarios:
Creo que no levantar la voz no esta reñido con ser una mujer valiente y luchadora.
En cuanto a que la gente no cambia, estoy de acuerdo contigo, aparecen variaciones ,sutiles cambios pero pasar de la noche al día es prácticamente imposible pues no somos (para bien o para mal) ordenadores que una vez reseteados adquiramos una configuración determinada.
Un beso
No seas tan cabezota y negativa, proponte seguir a delante con las cosas que quieres.
Un beso,cuidate
¡Si, hay cosas que se pueden y a veces... se deben cambiar en la vida! Tal- como ciertos hábitos... formas vivir no adecuadas. Solo hay que decir si- quiero, pensar positivamente y la fuerza magnética del universo atraerá hacia ti un cambio. Procúralo- se feliz. Adelante.
Durante mucho tiempo podría estar de acuerdo contigo, pero ya no. La gente cambia. Yo antes no levantaba la voz y ahora la levanto por todo. Como ejemplo: Cuando estaba en el instituto era bastante tranquila y tímida y no me enfrentaba a esas tías locas que siempre se creen las putas jefas, pero ahora que no se me ponga ninguna delante porque salen mal paradas.