Se me llena la cabeza de tonterías cuando pienso en tí, en los dos.
Se me llena de fantasmas y de cosas imposibles.
De sueños, de pesadillas.
De momentos que nunca han tenido lugar.
Se me llena la cabeza de pájaros, y por momentos pierdo toda mi madurez y mi inteligencia, si es que alguna vez he tenido de eso.
Intento recordar en vano cómo empezó todo esto. Cómo te encontré.
Y pienso en idiomas extranjeros, en que no nos entendemos ni nos entenderemos, como si viniésemos de lugares totalmente diferentes, de continentes separados por kilómetros de incomprensión.
Imagino que me arrastran las olas de mar, adentro.
Oigo música de violines enfurecidos, tocando melodías imposibles, en las calles de París.
Me siento vulnerable y acosada por la luna llena, la que me escupe las verdades que me niego a ver. Diminuta.
Entiendo el significado de la palabra "inviable".
Pienso en lo que me relajaría volver a coger un cigarro entre los dedos.
Cuando pienso en tí, siento el vacío.
Pienso en las cosas que he dejado de lado por esto que llevo dentro.
Me ahogo en las tardes de lluvia y soledad. Desde la ventana.
Abrazo tu ausencia en el sofá.
Maldigo y bendigo la distancia, los kilómetros, las palabras de rabia.
Ayer ella me dijo "es fácil decirlo cuando no estás en la situación". Y me acordé de tí, porque sí que estoy en esa situación. Y no me aplico mis propios consejos.
Si fuese posible dejar de pensar en tí, ten claro que lo haría.
1 comentarios:
"Pienso en las cosas que he dejado de lado por esto que llevo dentro..."