No recuerdo bien cómo llegué hasta a tí. O si fue al revés y fuiste tú quien me encontró. No puedo recordar qué fue lo primero que nos dijimos ni tampoco lo que sentí la primera vez que te ví sonreír. Quizás nada, ¿no? O quizás todo. Pero sí que puedo recordar la sensación de sentirme muerta en vida cuando la persona a la que más quería desapareció. Es muy extraño todo cuando tienes dedicación completa por una persona... todos los años que pasamos juntos no parecen tanto tiempo, al fín y al cabo. Pensar que pasé la vida sin saber que te esperaba, y después el tiempo fue pasando sin saber que te terminaría perdiendo. No puedo recordar cómo llegamos a unirnos tanto, pero sí que recuerdo cuando me decías "si te vas, no soy nada". Y al final te fuiste tú, qué ironía. Pensé entonces que todo lo vivido no había servido para nada, que no había significado nada. El tiempo, quizás, me ha ayudado a madurar, y he comprendido que hay que quedarse con lo bueno en esta vida y de todo hay que tratar de aprender. Después de haber sufrido tanto por tu abandono, por fín puedo decir que no te puedo odiar, sino guardarte para siempre en mi corazón por todo lo que significaste. Porque no importa que me engañases si el tiempo que estuvimos juntos fui completa e irrevocablemente felíz. Plena. Llena. Tuya. Y otra vez, tan felíz.
Por fín, puedo decir que he empezado a perdonarte y que recordar ya no es una tortura, sino una manera de seguir adelante.
Mirar atrás, pero no para intentar retroceder.
Por fín, puedo decir que he empezado a perdonarte y que recordar ya no es una tortura, sino una manera de seguir adelante.
Mirar atrás, pero no para intentar retroceder.
2 comentarios:
Es la primera vez que entro en esta página. Ignoro si lo que he leído es un testimonio o un relato ficticio. Parece esto último pues parece firmarlo Álex. En todo caso, sea cual sea su naturaleza, está correctamente escrito, sin excesiva retórica y expresa bien lo esencial.
Un saludo.
Felicidades...