Qué triste saber que no vas a ver a una persona a la que has querido mucho nunca más en tu vida.
Y hoy más que nunca...
Si a veces supieras lo que daría por un abrazo tuyo... por un beso en los labios y un "estoy aquí, contigo". Si supieras lo muchísimo que me cabrea seguir pensando en tí... pasear por cualquier lugar y darme cuenta de que todo me recuerda a tí, y que me entren ganas de llorar y salir corriendo a tu casa a buscarte. Marcar tu número de teléfono y escucharte respirar. Tú, que me has hecho tanto daño, que me abandonaste, que nunca más volviste a preguntar por mi, después de tanto tiempo caminando a mi lado. Si supieras que sigo pensando en tí como antes, como siempre... probablemente te reirías por saber que sigues teniendo tanta influencia en mi vida. Te juro que he intentado borrarte de todas las maneras posibles, que he intentado buscarte en otros brazos y verte en otros ojos, y no ha servido para nada. Sólo para saber que, no sé si mucho o poco, pero sigues estando en mi cabeza y en mi corazón. Este vacío existencial que se ha quedado en mi vida después de ti, estas ganas de quererte y no poder, esta puta ansia por poder viajar en el tiempo para poder volver a tenerte entre mis brazos... debería de odiarte, pero ni eso puedo hacer. Ya nada me sabe igual de bien que cuando lo probaba estando contigo. Soy medio yo. Odio esa sensación.
Llevo varios días con esta frase grabada en mi cabeza y me pregunto si realmente el dolor es una elección o es que tengo tan mala suerte que nada va como debe. Sea como fuere, ya me estoy cansando de tanto dolor, a veces insoportable. Y, aunque no paro de repetirme a mi mismo que me fortalece, me hace madurar y me diferencia del resto del rebaño, duele. Estoy tan derrotado que quisiera estar muy lejos de aquí, más allá del infinito. Por un momento quisiera desaparecer y decir BASTA. Quizás los motivos no sean lo suficientemente importantes, que hay gente con problemas más graves, o que puede ser peor, pero son mis motivos y tengo derecho a quejarme de esta puta vida.
Que es jodido ya lo sé, pero no es dramático, esto no es tan trágico, esto no es un drama, no, te diré mil cosas por las que llorar...
Que es jodido ya lo sé, pero no es dramático, esto no es tan trágico, esto no es un drama, no, te diré mil cosas por las que llorar...
Y en los hierros que separan la caída más brutal siguen las dos iniciales que escribimos con compás.
Ahí están.
Ahí están.
He desarrollado una forma especial de quererte: silenciosa, lejana, platónica, pudiera decirse que poética y casi filosófica. Ya no es el amor carnal, visceral, tangible de antaño. Ahora lo que amo son tus recuerdos, esa forma especial de mirarme que tanto echo de menos. Los sitios que pisamos juntos. Los sueños que creamos juntos. Tu sonrisa. Tus te quieros. Pero no te echo de menos a ti, sino a lo que representabas, a lo que fuiste, a la magia. A la atracción inevitable y la predilección que sentíamos el uno por el otro. Echo de menos ese encanto que representábamos los dos juntos, el no tener miedo al futuro por pensar que lo iba a pasar a tu lado, echo de menos esa seguridad que me hacía sentir el saber que yo formaba parte de tu vida... y tú de la mía. Poder abrazar a alguien y sentir que ya no existen los problemas. Y lo que tenga que pasar, que pase.