Hay que ser fuertes.
No puede haber otro mejor homenaje hacia ti en este día.
A veces siento que me sobran los brazos de no darte abrazos.
Me haces falta, pero saber que te sigo queriendo es suficiente para ser felíz.
¿No sientes a veces ganas de saltar? Al vacío, digo. Y perderte de todo lo que te atrapa. Y sentir que te libras de las cadenas mientras avanzas inexorablemente hacia el abismo.
Cuando yo tengo esa sensación, apago las luces del salón, me siento en el suelo, pongo mi música favorita, canto y rompo a reír mientras abro un paquete de tabaco.
Podría llorar, pero me voy a reír.
Pienso en lo absurdo que es en realidad todo y lo ciega que está la gente. Pienso en que las cosas son, en realidad, efímeras y livianas.
Y todo se vuelve maravilloso de repente.
Cuando yo tengo esa sensación, apago las luces del salón, me siento en el suelo, pongo mi música favorita, canto y rompo a reír mientras abro un paquete de tabaco.
Podría llorar, pero me voy a reír.
Pienso en lo absurdo que es en realidad todo y lo ciega que está la gente. Pienso en que las cosas son, en realidad, efímeras y livianas.
Y todo se vuelve maravilloso de repente.