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Si pudiera verte otra vez... quiero que sepas, que me encantaría hacer tantas cosas para no volverte a perder... Te prendería los labios con un beso, y el corazón con un "te quiero" para no tener que volver a verte marchar... Te agarraría las manos y la cintura con mil caricias para impedir que volvieses a huír. Me colgaría de tu pelo y te atraparía la mirada para hacerte entender que como yo nunca nadie te querrá, que conmigo todo sería diferente... Sigo con la pena a cuestas de no haberte podido olvidar, de saberme completamente perdida sin tus manos en mi cintura al caminar, y no poder remediarlo. Es tan honda la pena de saber que no vas a volver a pasarte por aquí; y yo, que aún sigo esperando asomarme a la ventana y encontrarte abajo, como tantas veces. Tú, ya has pasado página... yo aún estoy aprendiendo a hacerlo.
Probablemente ya de mí te has olvidado, y sin embargo, yo te seguiré esperando. No me he querido ir, para ver si algún día que tú quieras volver me encuentres todavía.
Por eso aún estoy en el lugar de siempre, en la misma ciudad y con la misma gente; para que tú al volver no encuentres nada extraño, y sea como ayer, y nunca más dejarnos.
-Maná-
Escúchala -> Bosques de mi mente
Hola,
hoy, quizás, me he sentido muy sola y te he querido escribir. No me he atrevido a hacerlo a tí directamente. Si me conoces ya sabrás que peco un poco de cobarde, y me siento muy egoísta por no haberte prestado atención en todo este tiempo. He creído que si lo hago por aquí y llegas a verlo, el golpe de efecto será mayor... quién sabe.
Te cuento que la vida me va bien, o eso intento creer. Me esfuerzo por crecer, y a veces me acuerdo de tí cuando trato de hacerlo. A veces flaqueo, tampoco te voy a mentir. Vivir es una prueba continua, no se puede bajar la guardia. Pero por lo general, trato de reír, de estar felíz, y de no decaer. Sé que si lo hiciese te decepcionaría. Intento disfrutar de la gente con la que estoy y aprender de cada golpe y de cada recompensa también. Hago lo posible por sacar lo mejor de cada situación, de hacer una lectura positiva. Tú trataste de enseñarme a ser fuerte y a levantarme después de cada caída, a no lamentarme gritando: "joder, me he caído", sino a tragarme las lágrimas, apretar los dientes y pensar que soy más fuerte que cualquier adversidad con sólo proponérmelo. La mayor fuerza motriz está en la voluntad.
Te cuento también que poco a poco estoy cumpliendo mis sueños, que me siento realizada con muchas cosas de las que hago, aunque, evidentemente, la vida también me vaya poniendo obstáculos en ello. Pero estoy decidida a conseguir lo que me proponga.
Te cuento... te cuento que a veces lloro pensando en tí, en que te he perdido. He perdido la intensidad de lo que nos queríamos y aunque sepa que sigues estando ahí, te he fallado.
Te cuento que pongo mis discos de Fito pensando en tí, pero ya no canto, sino que me siento a oscuras en el salón y los dejo sonar para que fluyan tus recuerdos como ríos por mi frente y me lleguen al corazón. Y así te siento un poco más cerca.
Te cuento que a veces me parece intuír tu cara en la gente que veo por la calle y me asusto y tengo ganas de correr a por tí al mismo tiempo... y me siento tonta y ridícula.
A veces pongo la música más alegre que encuentro y me imagino bailando contigo, como planeamos una vez.
Si me he alejado de tí es porque muchas veces sentí que mi tristeza y mis problemas eran un lastre para que consiguieses emprender el vuelo. Cargar con preocupaciones de dos es una carga muy pesada para conseguir ser felíz.
Si me equivoqué, te pido que me perdones.
Lo único que deseo es que seas felíz, todo lo felíz que sea posible. Ojalá la vida te sonría siempre y tú nunca pierdas la sonrisa.
Te quiero.
Hola,
hoy, quizás, me he sentido muy sola y te he querido escribir. No me he atrevido a hacerlo a tí directamente. Si me conoces ya sabrás que peco un poco de cobarde, y me siento muy egoísta por no haberte prestado atención en todo este tiempo. He creído que si lo hago por aquí y llegas a verlo, el golpe de efecto será mayor... quién sabe.
Te cuento que la vida me va bien, o eso intento creer. Me esfuerzo por crecer, y a veces me acuerdo de tí cuando trato de hacerlo. A veces flaqueo, tampoco te voy a mentir. Vivir es una prueba continua, no se puede bajar la guardia. Pero por lo general, trato de reír, de estar felíz, y de no decaer. Sé que si lo hiciese te decepcionaría. Intento disfrutar de la gente con la que estoy y aprender de cada golpe y de cada recompensa también. Hago lo posible por sacar lo mejor de cada situación, de hacer una lectura positiva. Tú trataste de enseñarme a ser fuerte y a levantarme después de cada caída, a no lamentarme gritando: "joder, me he caído", sino a tragarme las lágrimas, apretar los dientes y pensar que soy más fuerte que cualquier adversidad con sólo proponérmelo. La mayor fuerza motriz está en la voluntad.
Te cuento también que poco a poco estoy cumpliendo mis sueños, que me siento realizada con muchas cosas de las que hago, aunque, evidentemente, la vida también me vaya poniendo obstáculos en ello. Pero estoy decidida a conseguir lo que me proponga.
Te cuento... te cuento que a veces lloro pensando en tí, en que te he perdido. He perdido la intensidad de lo que nos queríamos y aunque sepa que sigues estando ahí, te he fallado.
Te cuento que pongo mis discos de Fito pensando en tí, pero ya no canto, sino que me siento a oscuras en el salón y los dejo sonar para que fluyan tus recuerdos como ríos por mi frente y me lleguen al corazón. Y así te siento un poco más cerca.
Te cuento que a veces me parece intuír tu cara en la gente que veo por la calle y me asusto y tengo ganas de correr a por tí al mismo tiempo... y me siento tonta y ridícula.
A veces pongo la música más alegre que encuentro y me imagino bailando contigo, como planeamos una vez.
Si me he alejado de tí es porque muchas veces sentí que mi tristeza y mis problemas eran un lastre para que consiguieses emprender el vuelo. Cargar con preocupaciones de dos es una carga muy pesada para conseguir ser felíz.
Si me equivoqué, te pido que me perdones.
Lo único que deseo es que seas felíz, todo lo felíz que sea posible. Ojalá la vida te sonría siempre y tú nunca pierdas la sonrisa.
Te quiero.
Aunque no podemos adivinar el tiempo que será, sí que tenemos, al menos, el derecho de imaginar el que queremos que sea. En 1948 y en 1976, las Naciones Unidas proclamaron extensas listas de derechos humanos; pero la inmensa mayoría de la humanidad no tiene más que el derecho de ver, oír y callar.
¿Qué tal si empezamos a ejercer el jamás proclamado derecho de soñar? ¿Qué tal si deliramos, por un ratito? Vamos a clavar los ojos más allá de la infamia, para adivinar otro mundo posible:
el aire estará limpio de todo veneno que no venga de los miedos humanos y de las humanas pasiones;
en las calles, los automóviles serán aplastados por los perros;
la gente no será manejada por el automóvil, ni será programada por la computadora, ni será comprada por el supermercado, ni será mirada por el televisor,
el televisor dejará de ser el miembro más importante de la familia, y será tratado como la plancha o el lavarropas;
la gente trabajará para vivir, en lugar de vivir para trabajar;
se incorporará a los códigos penales el delito de estupidez, que cometen quienes viven por tener o por ganar, en vez de vivir por vivir nomás, como canta el pájaro sin saber que canta y como juega el niño sin saber que juega,
en ningún país irán presos los muchachos que se nieguen a cumplir el servicio militar, sino los que quieran cumplirlo;
los economistas no llamarán nivel de vida al nivel de consumo, ni llamarán calidad de vida a la cantidad de cosas,
los cocineros no creerán que a las langostas les encanta que las hiervan vivas;
los historiadores no creerán que a los países les encanta ser invadidos;
los políticos no creerán que a los pobres les encanta comer promesas;
la solemnidad se dejará de creer que es una virtud, y nadie tomará en serio a nadie que no sea capaz de tomarse el pelo;
la muerte y el dinero perderán sus mágicos poderes, y ni por defunción ni por fortuna se convertirá el canalla en virtuoso caballero;
nadie será considerado héroe ni tonto por hacer lo que cree justo en lugar de hacer lo que más le conviene;
el mundo ya no estará en guerra contra los pobres, sino contra la pobreza, y la industria militar no tendrá más remedio que declararse en quiebra;
la comida no será una mercancía, ni la comunicación un negocio, porque la comida y la comunicación son derechos humanos;
nadie morirá de hambre, porque nadie morirá de indigestión
los niños de la calle no serán tratados como si fueran basura, porque no habrá niños de la calle;
los niños ricos no serán tratados como si fueran dinero, porque no habrá niños ricos;
la educación no será el privilegio de quienes puedan pagarla;
la policía no será la maldición de quienes no puedan comprarla;
la justicia y la libertad, hermanas siamesas condenadas a vivir separadas, volverán a juntarse, bien pegaditas, espalda contra espalda;
una mujer, negra, será presidenta de Brasil y otra mujer, negra, será presidenta de los Estados Unidos de América; una mujer india gobernará Guatemala y otra, Perú;
en Argentina, las locas de Plaza de Mayo serán un ejemplo de salud mental, porque ellas se negaron a olvidar en los tiempos de la amnesia obligatoria;
la Santa Madre Iglesia corregirá las erratas de las tablas de Moisés, y el sexto mandamiento ordenará festejar el cuerpo;
la Iglesia también dictará otro mandamiento, que se le había olvidado a Dios: "Amarás a la naturaleza, de la que formas parte";
serán reforestados los desiertos del mundo y los desiertos del alma;
los desesperados serán esperados y los perdidos serán encontrados, porque ellos son los que se desesperaron de tanto esperar y los que se perdieron de tanto buscar;
seremos compatriotas y contemporáneos de todos los que tengan voluntad de justicia y voluntad de belleza, hayan nacido donde hayan nacido y hayan vivido cuando hayan vivido, sin que importen ni un poquito las fronteras del mapa o del tiempo;
la perfección seguirá siendo el aburrido privilegio de los dioses; pero
en este mundo chambón y jodido, cada noche será vivida como si fuera la última y cada día como si fuera el primero.
¿Qué tal si empezamos a ejercer el jamás proclamado derecho de soñar? ¿Qué tal si deliramos, por un ratito? Vamos a clavar los ojos más allá de la infamia, para adivinar otro mundo posible:
el aire estará limpio de todo veneno que no venga de los miedos humanos y de las humanas pasiones;
en las calles, los automóviles serán aplastados por los perros;
la gente no será manejada por el automóvil, ni será programada por la computadora, ni será comprada por el supermercado, ni será mirada por el televisor,
el televisor dejará de ser el miembro más importante de la familia, y será tratado como la plancha o el lavarropas;
la gente trabajará para vivir, en lugar de vivir para trabajar;
se incorporará a los códigos penales el delito de estupidez, que cometen quienes viven por tener o por ganar, en vez de vivir por vivir nomás, como canta el pájaro sin saber que canta y como juega el niño sin saber que juega,
en ningún país irán presos los muchachos que se nieguen a cumplir el servicio militar, sino los que quieran cumplirlo;
los economistas no llamarán nivel de vida al nivel de consumo, ni llamarán calidad de vida a la cantidad de cosas,
los cocineros no creerán que a las langostas les encanta que las hiervan vivas;
los historiadores no creerán que a los países les encanta ser invadidos;
los políticos no creerán que a los pobres les encanta comer promesas;
la solemnidad se dejará de creer que es una virtud, y nadie tomará en serio a nadie que no sea capaz de tomarse el pelo;
la muerte y el dinero perderán sus mágicos poderes, y ni por defunción ni por fortuna se convertirá el canalla en virtuoso caballero;
nadie será considerado héroe ni tonto por hacer lo que cree justo en lugar de hacer lo que más le conviene;
el mundo ya no estará en guerra contra los pobres, sino contra la pobreza, y la industria militar no tendrá más remedio que declararse en quiebra;
la comida no será una mercancía, ni la comunicación un negocio, porque la comida y la comunicación son derechos humanos;
nadie morirá de hambre, porque nadie morirá de indigestión
los niños de la calle no serán tratados como si fueran basura, porque no habrá niños de la calle;
los niños ricos no serán tratados como si fueran dinero, porque no habrá niños ricos;
la educación no será el privilegio de quienes puedan pagarla;
la policía no será la maldición de quienes no puedan comprarla;
la justicia y la libertad, hermanas siamesas condenadas a vivir separadas, volverán a juntarse, bien pegaditas, espalda contra espalda;
una mujer, negra, será presidenta de Brasil y otra mujer, negra, será presidenta de los Estados Unidos de América; una mujer india gobernará Guatemala y otra, Perú;
en Argentina, las locas de Plaza de Mayo serán un ejemplo de salud mental, porque ellas se negaron a olvidar en los tiempos de la amnesia obligatoria;
la Santa Madre Iglesia corregirá las erratas de las tablas de Moisés, y el sexto mandamiento ordenará festejar el cuerpo;
la Iglesia también dictará otro mandamiento, que se le había olvidado a Dios: "Amarás a la naturaleza, de la que formas parte";
serán reforestados los desiertos del mundo y los desiertos del alma;
los desesperados serán esperados y los perdidos serán encontrados, porque ellos son los que se desesperaron de tanto esperar y los que se perdieron de tanto buscar;
seremos compatriotas y contemporáneos de todos los que tengan voluntad de justicia y voluntad de belleza, hayan nacido donde hayan nacido y hayan vivido cuando hayan vivido, sin que importen ni un poquito las fronteras del mapa o del tiempo;
la perfección seguirá siendo el aburrido privilegio de los dioses; pero
en este mundo chambón y jodido, cada noche será vivida como si fuera la última y cada día como si fuera el primero.
«¿No sería más sencillo, como dice Ediph Piaf en "la Vie en Rose", tomarla entre tus brazos, hablarle al oído, decirle palabras de amor, palabras normales y corrientes? Y decirle que en cuanto la ves sientes latir tu corazón. ¡Eh, qué estoy hablando contigo! ¿Me oyes? Claro que me oyes,es precisamente lo que te jode. ¡Pobre gilipollas! Y lo malo es que aún te queda mucho por llorar».
No recuerdo bien cómo llegué hasta a tí. O si fue al revés y fuiste tú quien me encontró. No puedo recordar qué fue lo primero que nos dijimos ni tampoco lo que sentí la primera vez que te ví sonreír. Quizás nada, ¿no? O quizás todo. Pero sí que puedo recordar la sensación de sentirme muerta en vida cuando la persona a la que más quería desapareció. Es muy extraño todo cuando tienes dedicación completa por una persona... todos los años que pasamos juntos no parecen tanto tiempo, al fín y al cabo. Pensar que pasé la vida sin saber que te esperaba, y después el tiempo fue pasando sin saber que te terminaría perdiendo. No puedo recordar cómo llegamos a unirnos tanto, pero sí que recuerdo cuando me decías "si te vas, no soy nada". Y al final te fuiste tú, qué ironía. Pensé entonces que todo lo vivido no había servido para nada, que no había significado nada. El tiempo, quizás, me ha ayudado a madurar, y he comprendido que hay que quedarse con lo bueno en esta vida y de todo hay que tratar de aprender. Después de haber sufrido tanto por tu abandono, por fín puedo decir que no te puedo odiar, sino guardarte para siempre en mi corazón por todo lo que significaste. Porque no importa que me engañases si el tiempo que estuvimos juntos fui completa e irrevocablemente felíz. Plena. Llena. Tuya. Y otra vez, tan felíz.
Por fín, puedo decir que he empezado a perdonarte y que recordar ya no es una tortura, sino una manera de seguir adelante.
Mirar atrás, pero no para intentar retroceder.
Por fín, puedo decir que he empezado a perdonarte y que recordar ya no es una tortura, sino una manera de seguir adelante.
Mirar atrás, pero no para intentar retroceder.
"Memoria selectiva para recordar lo bueno,
prudencia lógica para no arruinar el presente,
y optimismo desafiante para encarar el futuro".
prudencia lógica para no arruinar el presente,
y optimismo desafiante para encarar el futuro".
Isabel Allende
Yo también sigo pensando en tí. Esto va dedicado a tí.