Una vez una persona me dijo que las cosas que no se dicen suelen ser las más importantes. Es cierto; yo nunca te dije que jamás me he sentido tan bien como cuando pensaba en ti al acostarme en la cama, y que tu imagen era lo primero que aparecía en mi cabeza al despertarme. Que la magia y las ganas del principio nunca desaparecieron y que constantemente echo de menos tus manos en mi cintura. Quizá me dio miedo que supieses que estaba más enamorada de ti que tú de mi, aunque eso ya lo sabías. Que tuve que aprender a caminar sola por la calle y a pedirles a mis amigas que me acompañasen al cine, y han sido las cosas que más me han costado en la vida. Tampoco nunca te he dicho que soñé miles de veces con cómo sería mi vida dentro de unos años y en todas mis fantasías aparecia una vida a tu lado. Ni tampoco te he dicho que cuando me defraudaste las mañanas me suponían el momento más amargo del día. Porque era cuando sentía que ya no tenía ningún motivo para levantarme y luchar por vivir mi vida. Que estoy harta de que me pidan explicaciones cuando solo tú tienes que darlas y no fue culpa mía que el final haya sido de esta manera. Pero tampoco me imagino cómo sería mi vida ahora mismo si tú no hubieses pasado antes por ella. Al fin y al cabo, creo que es importante que sepas que has sido muy importante. Solo tú has sido capaz de darme lo mejor y lo peor de mi vida. Reflexiona.

 

 

Tomo notas para hacer de mi vida sin ti algo habitable.

Leo entera la razón. Hoy desarmé la televisión, tarareando una canción insoportable.

Así pues, cuando no tengas nada que hacer y yo pase por tu cabeza,

nadie podrá oírte, así que piensa en mí como si me quisieras

|
This entry was posted on 21:21 and is filed under . You can follow any responses to this entry through the RSS 2.0 feed. You can leave a response, or trackback from your own site.

2 comentarios:

On 21.3.10 , Anónimo dijo...

Animo Ale! :)

 
On 22.3.10 , Laura Mequinenza dijo...

Dios, me encanta como te expresas... hace un año me sentía exactamente igual que tú. Hoy en cambio, sigo presa en los brazos de la persona que pensé que nunca podría estar.
El destino es caprichoso. Ánimo, e intenta que tu vida sea lo que tú quieras hacer con ella y no lo que ella haga contigo.