El cerezo se ha despertado.

Ya había renunciado a todo; se sentía demasiado viejo para nada y se había preparado para el final. Se había resignado a no volverla a ver, pero abrió los ojos y allí estaba ella: la vida; caprichosa, sin dar explicaciones, como ella siempre ha sido. Se ha presentado con más ganas que nunca, y el reencuentro ha sido el más apasionado y exuberante que hayan tenido jamás.

El cerezo entero es una fiesta de flores blancas.


[Roberto Iniesta; El viaje íntimo de la locura]
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1 comentarios:

On 24.12.09 , Lucía Mon Amour dijo...

Me pregunto cuando volveré a ver yo esa vida caprichosa, con más ganas que nunca.